Otra receta más de las que yo llamo Infalibles, porque lo son!!!!!! Si sigues al pie de la letra las instrucciones seguro que tendrás las galletas más ricas y lindas del mundo.

Si ustedes me siguen hace un tiempo saben que si les comparto una receta es para que de verdad les funcione y no dejo ningún truco o algo raro por fuera, les cuento todo. Eso sí, yo les muestro lo que me funciona, A MI (valga la redundancia), quizás con tu horno, o tu temperatura ambiente, o tu forma de trabajar, o los ingredientes que usas, a ti no te funcione tan bien. Sin embargo, trato siempre de adaptar la receta para que funcione en todo lados.

En este caso, me han preguntado mucho por las galletas de mantequilla (o de azúcar, sugar cookies en inglés) que se decoran con glaseado real (royal icing) y que además de saber maravilloso son H-E-R-M-O-S-A-S. Yo no soy experta en estas galletas, confieso, pero amo el sabor y cuando los diseños son sencillos me quedan más o menos bien 🤪.

Ahora bien!!! Hay dos temas que son los más comentados en este tipo de galleta:

1. Cómo hago para cortar figuras con detalles y que no se desarmen o se pierda la forma?

2. Cómo hago para que la galleta no se expanda y pierda la forma al hornear?

Básicamente las dos preguntas tienen un solo principio: FRÍO. La masa debe estar fría cuando se corten las galletas y frías antes de meterlas en el horno.

Claro que igual hay otras cositas que importan también para que nuestra galleta siempre quede perfecta:

1. Usar una buena mantequilla. Es decir, una con buen porcentaje de grasa, marcas como President o Kerrygold son mis preferidas. Entre más agua tenga la mantequilla menos consistente será la galleta. Y que hablar del sabor 🙄, estás dos mantequillas son lo máximo!!!
2. Al momento de combinar los ingredientes, no batir de más, en este caso no queremos agregar mucho aire a la masa. No buscamos una galleta “esponjosa”, no es un bizcocho 😅. Esas burbujas luego se traspasan a la masa y le saldrán imperfecciones en la parte de arriba y también se pueden expandir.

Recuerden que queremos una galleta lo más lisa posible arriba para que el glaseado no se escurra en las esquinas.

– Si no tienes varias bandejas de horno y necesitas hornear muchas galletas. Te recomiendo que esperes que la bandeja se enfríe bien antes de poner las siguientes galletas que vayas a hornear. El calor de la bandeja puede hacer que esta se caliente y se expanda, perdiendo la forma.

– Yo digo que estas galletas tienen “2 fases” de frío: 1. Después de preparar la masa, se extiende y se deja reposar en el refrigerador antes de cortar. 2. Después de cortar, yo prefiero dejarlas en el refrigerador 2 horas antes de hornear. Si tengo tiempo y las preparo al final del día, las dejo toda la noche y las horneo al día siguiente, directo del refri al horno.

– Por último, y muuyyyyy importante el horno! Siempre, siempre, siempre, recomiendo usar un termómetro dentro del horno. En repostería la temperatura y el comportamiento de nuestro horno es clave.

Igual para estas galletas, la idea es que el frío ayude a que mantenga la forma, pero la temperatura correcta permita que se hornee en el tiempo preciso para no darle tiempo a que se quemen las orillas (no se ven tan lindas si se ven los bordes muy oscuros).

BONUS!!!!

– Las veces que extiendes la masa también afecta la forma y la textura de la galleta.

Normalmente las dos primeras veces son las que quedan más lindas, a partir de la tercera vez que extiendas la masa hay más probabilidad que se expandan un poco y que arriba no estén tan lisas.

Ahora si! Vamos a la receta!

Aquí además les dejo el vídeo que subí a mi canal de YouTube. Cómo les dije, la idea es que cada receta lleve su vídeo y así les sea mucho más fácil de preparar todo lo que quieran!!

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